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miércoles, 2 de octubre de 2013

Le Soldatesse - Valerio Zurlini (1965)


TITULO ORIGINAL Le soldatesse
AÑO 1965
IDIOMA Italiano
SUBTITULOS Español (Separados)
DURACION 120 min.
DIRECCION Valerio Zurlini
ARGUMENTO Novela de Ugo Pirro
GUION Leonardo Benvenuti, Piero De Bernardi, Valerio Zurlini (Novela: Ugo Pirro)
MUSICA Mario Nascimbene
FOTOGRAFIA Tonino Delli Colli
MONTAJE Franco Arcalli
REPARTO Lea Massari, Valeria Moriconi, Tomas Milian, Anna Karina, Marie Laforêt, Milena Dravic, Mario Adorf, Guido Alberti, Aca Gavric, Rossana Di Rocco, Joca Baneic, Mila Contini, Dragutin Pelba, Milica Preradovic, Alenka Rancic, Joca Rancic, Ruzica Veljovic, Duje Vuisic, Jelena Zigon
PRODUCTORA Zebra Film-Debora Film / Franco-London Film / Avala Film / Omnia Deutsch Film
GENERO Drama. Bélico | II Guerra Mundial. Prostitución

SINOPSIS En la Segunda Guerra Mundial, el Teniente Martino y sus hombres son encargados de proteger a un grupo de prostitutas en un viaje a través de la montaña para prestar servicios a soldados italianos destinados en Albania. (FILMAFFINITY)

TRAMA:
Al tenente di fanteria Gaetano Martino, di stanza ad Ocrida, viene affidata la missione di accompagnare sino al confine albanese alcune ragazze che, per fame hanno, accettato di essere destinate a diversi bordelli per i militari. A mano a mano che i giorni passano l'ufficiale si affeziona a questo suo inconsueto reparto formato da Ebe, dalla triestina Eftichia, animata solo da uno spietato odio verso il nemico; da Elenitza, dolce e mansueta; da Toula e da sua sorella Panaiota e da altre dieci donne. Ad un posto di blocco, Alessi, un seniore fascista, si aggrega al reparto mentre il gruppo si assottiglia ogni volta che le ragazze giungono alla loro triste destinazione. Verso la fine del viaggio Elenitza rimane ferita in un'imboscata di partigiani e Alessi la uccide senza pietà, per non correre il rischio di fare lui stesso la medesima fine. Con l'arrivo ad Ocrida, Eftichia non sopporterà il primo contatto con le truppe e, dopo un ultimo colloquio con Martino, riesce a fuggire e a raggiungere i suoi compatrioti che si battono sulle montagne, mentre Alessi rimarrà solo nel disprezzo generale.

CRITICA:
"Zurlini, regista e raffinato e letterario (...) visibilmente condizionato da pesanti ipoteche commerciali (...) ha indebolito la forza e la lucidità del discorso civile e del documento storico. (...) Si dovrà alla fine parlare con rammarico di una buona occasione perduta." (Giulio Cattivelli, "Cinema nuovo", 180, aprile 1966)

NOTE:
- ESTERNI GIRATI IN JUGOSLSVIA.- PRESENTATO AL IV FESTIVAL DI MOSCA (1965).
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Voglio togliere ogni dubbio sin da subito. Le soldatesse NON ha nulla a che fare con nessuna commedia sexy... perciò niente grandi manovre né visite militari.
La pellicola diretta nel 1965 da Zurlini è una storia tragica, ambientata durante l'occupazione italiana in Grecia e racconta di un viaggio (anche metaforico nel rappresentare le ingiustizie) di "ausiliari greche" destinate ad allietare i bisogni dei soldati.
Una pellicola di chiaro stampo antifascista, severa, solida e molto onesta nel tratteggiarci nel ruolo insolito di occupanti sbattendo in faccia, alla "brava gente", quelle che furono le nostre infamie.
Unica pecca attribuibile a Zurlini è l'abbracciare spesso la facile strada del sentimentalismo e del melo' perdendo un po' l'impronta drammatica. Naturalmente sono ottime le prove degli attori, con un Tomas Milian nella parte del giovane tenente a capo della spedizione, Mario Adorf come autista (è molto, ma molto, italiano nei modi) e le prostitute Anna Karina, Lea Massari e Marie Laforêt.
Da recuperare.
http://frank-manila.blogspot.com.ar/2013/07/le-soldatesse-valerio-zurlini.html
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‘Reclutas de burdeles italianos’, así se califica eufemísticamente a las doce mujeres griegas que son ‘repartidas’ en distintos destacamentos del invasor ejército italiano en Grecia, en 1941,, cuyo trayecto narra la magnífica ‘La soldatesse’ (1965), de Valerio Zurlini. El ‘repartidor’, el teniente al que encargan tal labor, es Martino (Thomas Millian), cuya mirada, en las primeras secuencias, ya delata que es alguien que se siente ajeno a la ‘representación’ de la que forma parte. Convertirse en tal recadero es como recalcar la sordidez, la degradación y miseria de la experiencia de la guerra, por lo que no afronta precisamente con entusiasmo la tarea asignada, que siente además degradante para las mujeres, con las que irá consolidando una actitud protectora, más allá de la aplicación de un deber, como una complicidad y un afecto, como si progresivamente se intensificara, a través de su reflejo, cómo él mismo se siente.
Tampoco comulga con los preceptos fascistas, con lo que su relación con el mayor Gambardelli (Guido Alberti), un ‘camisa negra’ que se añade al viaje como pasajero de excepción, y que no duda en detener el camión en el que viajan para solazarse con una de las mujeres, Toula (Lea Masari), se irá crispando progresivamente hasta el enfrentamiento final. Entremedias, el rudo y vivaz sargento, Castagnoli (Mario Adorf), que establece una lid que es cortejo abrupto, pero cada vez más cálido, con una de las chicas, Ebe (Valeria Moriconi). Las costras que tienen interpuestas algunos y algunas se irán desprendiendo, pero para dejar la herida abierta, indefensa, al descubierto.En ‘El desierto de los tártaros’ (1975), adaptación de la novela de Dino Buzzati, la vida de los militares en aquel puesto de la frontera se convertía en una dilatada espera que evidenciaba su propia condición espectral, su absurdo. En ‘La soldatesse’ los personajes se desplazan, en un camión, pero su movimiento asemeja a un desangre, acompasado a la descarga de las mujeres o prostitutas (según quién las mire, cómo las vea, qué representan).
Su desplazamiento, el de la personalización que realizan Martino y Castagnoli es en dirección contraria al trayecto físico que realizan, humanizan la mercancía, buscan su rostro, la vida, mientras a su alrededor las miradas buscan el objeto, siembran muerte. Un tren detenido, en el que pasan una noche de su viaje, condensa esa combinación de trayectos, de vías rotas que hay que apuntalar, de enlaces que se gestan, de colisiones ciegas, de desplazamiento inmovilizado. Castagnoli y Ebe liman las aristas de su cortejo para apuntalar su compenetración con un pacto, si uno muere el otro cuidará de su hijo. Gambardelli folla con Toula, porque no hay más a lo que aspire. Martino entabla diálogo con dos amigas, o más bien no lo consigue con una, la que más le atrae, Eftikia (Maria Laforet), quien se muestra esquiva, áspera, pedregosa, como el entorno árido en el que circulan, como si fuera el recordatorio de la barbarie que han ejercido sobre su pueblo los italianos.
Elenitza (Anna Karina), en cambio, es todo sonrisa, la de quien se confronta con la opresión y el ultraje con una carcajada estentórea, o que sabe frenar el ímpetu de unos soldados dejando caer que algunas tienen sífilis, como establecer con Martino un provisional pacto de sombras heridas que se deleitan con la sensualidad.El lirismo de las bellas composiciones de Mario Nascimbene insufla una dolorida melancolía, como los gestos que se buscan en la intemperie. Zurlini, apoyado en un medido guión (co escrito con Leonardo Benvenuti, Franco Solinas, y Piero De Bernardi) que adapta una novela de Ugo Perri, y a través de un contenido estilo de una precisión lacerante, consigue que paulatinamente cale la amargura, la desesperaciones de unas vidas ya sin trayecto, inmovilizadas en el absurdo escenario de una guerra, aunque los habrá que aún pugnen por materializar en un futuro lo que por ahora les está vedado.
Habrá quienes sigan realizando los desatinos que posibilitan barbaries, como Gambardelli, quien es capaz de matar a una de las mujeres heridas aunque él lo justifique alegando que es para liberarla del dolor cuando no es sino para poder retomar la marcha. Habría quienes no vean nunca más volverse aquel rostro que se pierde en la distancia, porque hay encuentros fugaces que son arañazos de quien se agarra a la vida mientras el mundo se desintegra a su alrededor. Un desgarro intenso late en las últimas, aceradas, miradas que intercambian Martino y Gambardelli, cuyo contrapunto es el posterior, y hermosísimo plano, de Martino con Eftikia en la cama, con el gesto de él ensombrecido como lo es el relato de ella. Son las sombras de una impotencia, las que han reflejado con vibrante sequedad el nacimiento de unos afectos en un escenario de muerte
http://elcinedesolaris.blogspot.com.ar/2013/03/la-soldatesse.html


Nel 1941,in piena occupazione fascista ad Atene,il tenente Martino accetta l'incarico di trasportare un camion pieno di prostitute per i militari.Aiutato dal segente Cstagoli e dal maggiore Alessi,compiera' questo viaggio,ma i problemi saranno molti,dalla controffensiva partigiana che uccidera' le camice nere e un'innocente prostituta,fino alla pazzia del maggiore che uccide una delle prostitute perche' ferita e colpevole di rallentare il gruppo.Pertanto Martino si innamorera' di Eftichia,ma alla fine ella preferira' salire le montagne dove unirsi con la resistenza.Valerio Zurlini(estate violenta,la ragazza con la valigia) dopo l'ottimo CRONACA FAMILIARE,si concentra sul tema della guerra italiana in Grecia,e fin dall'inizio esprime la sua riluttanza a comprendere un simile episodio.Tratto da un romanzo di Ugo Pirro,e sceneggiato da Benvenuti,De Bernardi e lo stesso Zurlini,la storia si muove sui contenuti presenti nei film precedenti di Zurlini,ovvero l'abbandono e la solitudine.Eftichia,e' una donna perduta che non sopporta l'idea di vedere il suo popolo ferito in questa maniera,e soprattutto non vuole essere oggetto di milizie italiane,ella e' la sensibilita'(la scena in cui non accetta il medicinale se non lo si da a tutte),e la speranza nel domani,aiutata dalla sua amica Elenitza,spensierata e serena nonostante l'episodio della guerra.Da un lato dunque si ha un dualismo chiaro ed evidente,Eftichia e' colei che vive in solitudine e si nutre di cio',e come dice la sua amica Elenitza,ella non puo' odiare gli altri,odia se stessa.L'abbandono ritorna nel momento finale,ove appunto Martino e Eftichia si separano e mentre una sale le montagne(una metafora del salire in cielo?) per unirsi alla resistenza,Martino invece rimane a fissarla esprimendo il futuro degli avvenimenti.I due sono cosi' uniti nel sentimento ma non nelle scelte,e l'abbandono diventa obbligato.Zurlini inoltre si sofferma seppur temporaneamente sul concetto di crudelta' della guerra,la scena della fucilazione rimane impressa,e soprattutto lio sguardo di Eftichia.Martino rimane il soldato confuso e innamorato,ma soprattutto deluso da questo orrore della guerra.Le scene interessanti comunque rimangono molte,dalla battuta del gerarcha fascista,ove non ci sono gradi sono tutti porci(non c'e' dunque morale),al camion che porta le donne come fosse un carico bestiame,si riesce a vedere l'orrore della guerra dagli occhi di Eftichia come fosse un libro aperto e chiaro.Ottime musiche di Mario Nascimbene.Milian e' ottimo nella parte,ma la cantante francese  Marie Laforet e' magistrale.
fedeleto
http://www.mymovies.it/pubblico/articolo/?id=656874

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