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lunes, 24 de junio de 2013

Un lugar en el cine - Alberto Morais (2008)


TITULO ORIGINAL Un lugar en el cine
AÑO 2008
IDIOMAS Italiano, griego y español
SUBTITULOS Español (Incorporados)
DURACION 104 min.
DIRECCION Alberto Morais
GUION Alberto Morais
FOTOGRAFIA Luis Sainz
REPARTO Documentary
PRODUCTORA Alokatu / Malvarrosa Media
GENERO Documental | Documental sobre cine

SINOPSIS Un cineasta griego, Theo Angelopoulos, emprende un viaje desde Atenas hasta Ostia, la playa romana donde Pier Paolo Pasolini fue asesinado. Lejos de allí, en una estación de tren en España, el cineasta español Víctor Erice se acerca en la distancia a través de una entrevista, aquella que tiene como epicentro discursivo la resistencia cinematográfica. Ya en Italia nos aproximamos a Tonino Guerra, Ninetto Davoli y Nico Naldini. Ellos cerrarán, a modo de voz desaparecida de Pasolini, el triángulo histórico y cinematográfico que componen estos tres cineastas. (FILMAFFINITY)



No estamos ante una película cualquiera, y no sólo porque se trate de un documental con entrevistas e imágenes de archivo, sino por su carácter de estudio y reflexión acerca de la propia naturaleza del cine y de su dimensión social. Por lo tanto, “Un lugar en el cine” precisará de un espectador concreto, interesado en esos aspectos y en escuchar a algunos de los hombres más prestigiosos y cualificados del arte cinematográfico, que lo entienden –como el director, Alberto Morais– como un acto de resistencia, como una manera de plantarle cara y enfrentarse a la realidad. Tal contenido y forma echarán para atrás a quien sólo pretenda entretenerse en la sala de cine, pero no a quien quiera aprender a ver cine de verdad, a descubrir cómo las imágenes de los cineastas auténticos deben nutrirse de la vida y responder a experiencias personales, emocionales y creativas.
En “Un lugar en el cine”, Alberto Morais rinde homenaje a tres cineastas y poetas que se han acercado a la realidad con respeto y espíritu de diálogo. Son Theo  Angelopoulos, Víctor Erice y Pier Paolo Pasolini –éste a través de testimonios de quienes le conocieron: Tonino Guerra, Ninetto Davoli y Nico Naldini–. Sus palabras sobre lo que debe ser el cine que conecta con la realidad, a partir de la experiencia del neorrealismo italiano y de “Roma, città aperta”, se convierten en requisito para que las imágenes puedan ser consideradas como realmente auténticas. Los tres cineastas también demuestran tener en común la necesidad de que haya una mirada ética al universo del hombre, única manera para sintonizar con el espectador y ayudarle a descubrirse en un mundo cambiante.
Tanto Erice como Angelopoulos adoptan una postura distante respecto a la industria y la taquilla, cuestionan un cine que explota lo más superficial del individuo y que adopta las formas del audiovisual, y lamentan también la pérdida de un sentido de la interioridad así como la falta de una mirada contemplativa y poética. Independientes y libres en sus trabajos, sinceros y respetuosos en sus propuestas, nostálgicos y pesimistas respecto al futuro del cine, llegan a hablar de la muerte del cine, de su sustitución por sucedáneos de consumo y distracción. Por eso, Erice diferencia entre “cine” y “productos de entretenimiento o de publicidad”, y defiende la esencia del cine como una experiencia interior de quien traslada vivencias personales a la pantalla  y de quien entra en una sala de cine en busca de ellas. De ese encuentro entre director y espectador surgirá, según él, una identificación, una participación emocional de sentimientos y de inteligencia,… algo que se repetirá de manera distinta cada vez que vea esa misma película. Por su parte, el director griego habla de dos tipos de miradas del director hacia el espectador: la de quien trata al espectador como cómplice buscando en el fondo sólo la taquilla, y la de quien pone al espectador frente a la realidad y aspira a trasmitirle la belleza que contempla.
Si las ideas contenidas en el documental son interesantísimas y de gran hondura, no desmerece nada la manera de trasmitirlas del joven Morais. Se adivina su sensibilidad y su admiración por los cineastas, su identificación con las tesis expuestas, y también el respeto y devoción que impregnan unas imágenes tratadas con primor, con encadenamientos y ritmos en los que parece congelar el tiempo para trasmitir sus propias experiencias y emociones, dejando un espacio para la contemplación y la reflexión sosegada. Sin duda, Morais ha hecho suyo ese espíritu de resistencia del neorrealismo, esa defensa firme del carácter del cine auténtico y su diálogo con la realidad y el espectador. Demuestra una madurez estilística y conceptual sorprendentes, una mirada profundamente humana y personal, y logra un trabajo que colmará las expectativas de los cinéfilos más exigentes e introducirá a los neófitos en aspectos del cine que nunca se habrán planteado.
http://www.miradadeulises.com/2008/12/un-lugar-en-el-cine-cineastas-en-accion/

No deja de sorprenderse uno a sí mismo, cuando se atreve a descubrir algo nuevo por pura intuición, lo intenta y comprueba el acierto. En este caso hablamos de cine.
Un aficionado anda buscando títulos de películas que no ha visto, que tiene deseos de ver y lleva una lista en la memoria y escrita en un papel a una tienda especializada. Tropieza en una estantería con una carátula que llama su atención "THEO ANGELOPOULOS VICTOR ERICE PIER PAOLO PASOLINI" encabezan el título en la parte superior, luego lee en letra más pequeña y no escrito con mayúsculas los nombres de Tonino Guerra, Nineto Davoli y Nico Naldini. Observa que hay numerosos logos de aparentes premios o al menos referencias a participación en festivales como “INTERNACIONAL FILM FESTIVAL ROTTERDAM" "MOSTRA SAO PAULO" "VIÑA DEL MAR" "SEMINCI" “FESTIVAL DE MALAGA" "HUNGARIAN FILM WEEK" y así hasta ocho. Como fondo, la estela que deja en el mar una embarcación a su paso. Luego el título Un lugar en el cine en letras minúsculas, aunque grandes y por tanto bien legibles, y debajo: UNA PELICULA DE ALBERTO MORAIS en mayúsculas de tamaño notablemente menor que las del título del film.
El aficionado que no había oído hablar de este título ni del autor, sin embargo la compra y es la primera que ve de las seleccionadas, al día siguiente. No se conforma con la película, ve los extras que ofrece el DVD, entrevista con el director, rueda de prensa con motivo del estreno… piensa que un aficionado al cine debería conocer las novedades que se producen en el campo de su afición y lamenta desconocer hasta ahora a ALBERTO MORAIS. Este joven director de cine español que se estrenó en el largometraje con el título que comentamos y además lo hizo arriesgando desde el primer momento, escribiendo el guión, participando en la producción y sobre todo corriendo el riesgo desde su primera obra de ser tachado de cinéfilo para minorías, por elegir para protagonizar su primer largo a tres grandes nombres ocupan un lugar importante en cine, pero no de masas. Además, lo que se haría principalmente en la película sería hablar y hablar de cine, y buena parte de su diálogo será del neorrealismo italiano y de autores que vivieron y que siguen vivos a través de las obras que dejaron. De Sica y Ladrón de bicicletas, Rosellini y Roma ciudad abierta, Pasolini y Mamma Roma y otras inolvidables obras muy recomendables de revisar. Los tres autores protagonistas tienen en común la poesía, su deseo por experimentar, por profundizar en el cine y en la verdad. No es el cine americano, la acción trepidante, es otra cosa, la palabra, la música, paisaje, pensamiento. Cine mediterráneo.
Víctor Erice, con solo tres películas (El espíritu de la colmena, El sur y El sol del membrillo), consiguió situarse hace tiempo entre los hombres de cine español más destacados dentro y fuera de nuestras fronteras. El griego Angelopoulos, (lamentablemente fallecido en accidente hace unos meses mientras rodaba una película) era un poeta metido a cineasta y así se palpa en todos sus trabajos, desde El viaje de los comediantes a La mirada de Ulises o La eternidad y un día. Pasolini es el más polémico y experimental, y no hay que olvidar que se trata de un poeta, dramaturgo, escritor con más de 55 obras publicadas, que realizó su primera película, Accatone, con 39 años, y llegó a dirigir 26 obras a pesar de su muerte prematura y violenta a los 53.
Tonino Guerra fue un guionista de altura con más de 26 guiones escritos y llevados al cine por directores tan señalados como el citado Angelopoulos, Fellini, Tarkovski, Rosi, los hermanos Taviani, Bellocchio, Antonioni... y cuya intervención en la película aporta un testimonio muy notable. Ninetto Davoli habla principalmente sobre Pasolini por ser el actor que trabajó en gran parte de sus películas, sacado del anonimato por el director y con el que aprendió casi todo de este mundo del celuloide. Ha participado en más de 50 películas y en varias series de televisión. Su testimonio aquí cubre la parte dedicada a Pier Paolo y deja claro la excelente relación de amistad que les unió.
Luego, el aficionado descubre que este joven director, nacido en 1976 en Valladolid, dirigió una segunda película: Las Olas, que ganó el San Jorge de Oro, máximo premio en el festival de cine de Moscú en 2011 a la mejor película. Y además, comprueba que el tema principal tratado en dicho film, está directamente relacionado con un asunto de sumo interés para él: los refugiados españoles en el campo de concentración de Argelès-sur-mer, Francia, en 1939.
Todo esto y mucho más puede ser descubierto a veces por pura intuición, lo cual le anima a uno a continuar de vez en cuando atreviéndose a conocer a nuevos autores. Nuevos jóvenes valores que hacen más grande el cine y de los que sin embargo no le habían llegado noticias. Está claro que es mucho más lo que ignoramos que lo que conocemos.
Fabián Castillo Molina
http://www.zeppelinrockon.com/2012/06/alberto-morais-un-joven-hombre-de-cine.html


Ninetto Davoli: "Pasolini decía con pasión lo que pensaba y hacía un cine visceral"
El actor italiano Ninetto Davoli, cuyas últimas películas no nos llegan-aunque él simultanea cine, teatro y televisión- no quería hablar una vez más sobre Pasolini, su descubridor, y su amigo, pero cuando Alberto Morais se presentó en la casa en que veranea en los Abruzos, cedió y así, en este documental,Un lugar en el cine, él, Theo Angelopoulos, Tonino Guerra y Victor Erice hablan sobre la responsabilidad moral del cineasta, de Rosellini, del Neorrealismo, de De Sica, y de Pasolini.
"Estaba harto de que me llamaran para hablar de Pasolini ¿Por qué he de hablar yo de Pier Paolo? Que lean sus libros, que vean sus películas...", pensaba, desde hace tiempo. Pero según contó ayer en la rueda de prensa en Valencia tras la proyección, al ver a Alberto Morais,"sudado, y la pasión que sentía, que tenía a Pasolini en el corazón" se dejó enrolar en este proyecto difícil, serio, poco habitual, aunque también añadió una pequeña anécdota. "Cuando Patricia mi mujer le vio entrar se puso celosa...Luego le acogimos, hicimos una spaguettada y hubo fiesta".
"Si yo no recuerdo lo que hice hoy"
Ninetto Davoli acaba de hacer otra película en Italia Uno de dos (Uno su due) y hace unos meses estaba en EE.UU. "Me ha sorprendido, en San Francisco, o Nueva York, tras las proyecciones de las películas de Pasolini o cuando he dado alguna conferencia, a las que acuden sobre todo jóvenes, veo el interés que sienten. Eso me da satisfacciones. Porque el tipo de cine que domina es el que sigue el modelo norteamericano. Creo que los jóvenes se dan cuenta que en las películas de Pasolini hay lo que no encuentran en los filmes de ahora, que son muy banales".
Davoli rememoro como "un día, paseando, iba y vi mucha gente, estaba rodando una película, mi hermano, que era carpintero estaba trabajando, y Pasolini me vio, yo estaba muy cohibido, pero no sabía quien era Luego me dio un papel de pastor, en "El Evangelio según San Mateo", haciendo de pastorcillo...Y cuando me volvió a llamar le dije "pero yo no puedo hablar, yo no recuerdo ni lo que hecho hoy" y me vi con Totó haciendo "Pajaritos y pajarracos"".
Al respecto de este filme, recordó que "tuvo muchas críticas, mientras lo hacíamos Pasolini, Totó y yo nos reíamos mucho, sobre todo, con la secuencia de los dos frailes que predican a las aves...La rodamos como comedia. Al final no era cómica. Lo de menos era si el cuervo hablaba sobre el marxismo... Creo que los problemas de Pier Paolo eran anteriores, le habían echado del PCI antes. El afrontaba la realidad y decía la verdad a la cara, Pasolini iba más allá y la izquierda no comprendía ciertas visiones del director".
Sobre la situación actual del cine europeo, Davoli indicó que "soy pesimista... con el cine en general. Creo con Tonino Guerra que si bien Fellini o Antonioni han hecho alguna obra que es de gran belleza, el cine de Pasolini tiene una cosa diferente, tiene una pasión, hacía un cine visceral, tan profundo. En los últimos treinta años no se hace ese tipo de cine. El porque es muy complejo, de una parte cuando surgió el neorrealismo- como se apunta en este documental de Morais en el que cada cual cuenta su historia- había muchas cosas para contar... Yo voy al cine y veo muchas películas... No tienen nada que contar, no hay historia. No me convencen".
También se le quiso sonsacar sobre algún rodaje, en particular el de La tierra vista desde la Luna, un episodio de Las brujas, en el que Davoli actuaba con Silvana Mangano "¡oh!, era una gran actriz y una persona extraordinaria... Hoy no surgen actrices de esa categoría... Ella trabajó varias veces con Pasolini... En "Los cuentos de Canterbury" aparecía cono la Virgen en un sueño... Hizo varios papeles distintos, como "Teorema"...".
La imitación de Charlot en Pajaritos y pajarracos o en Los cuentos de Canterbury no era una casualidad "en "Los cuentos de Canterbury" era deliberado, lo hablamos con Pasolini antes, es un homenaje a Chaplin".
R.V.M., Valencia.
http://www.levante-emv.com/cultura/2008/05/13/ninetto-davoli-pasolini-decia-pasion-pensaba-cine-visceral/445651.html

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